Refugio de otoño:
Alquián para Gancedo
Se acerca el otoño. Este año, a pesar de todo, también. La luz es más dorada y, por primera vez en mucho tiempo, sentimos el frío en la cara y las manos. Es momento de buscar refugio en casa.
Ese ha sido el punto de partida para crear nuestro espacio en Gancedo. Un nido confortable y atemporal con vistas a un jardín, pensado para sentirse bien y disfrutar de cada instante. Una sala serena en la que pasar horas y horas dedicados a las que cosas que nos gustan.
Para conectar el interior con el jardín exterior, hemos utilizado una cortina doble rematada con vivo de chintz. La cara interna en un tono verde bosque invita a quedarse en casa. La cara exterior, un estampado en verdes y tostados sobre fondo claro de la colección Nómada, es una llamada al viaje y a la aventura.
Tonos oscuros en paredes y alfombra, iluminados por los verdes y tostados en diferentes tonos de las tapicerías y cortinas. El sofá es el elemento principal, tapizado en terciopelo verde oliva de Gancedo con vivos en color musgo. A ambos lados, mesas auxiliares españolas de madera tallada lavada con sobres tapizados en lino y algodón de la colección Calanda. El remate con tachuelas de bronce envejecido es un homenaje a la mejor tradición artesana y los materiales naturales.
Otros elementos son una escultural mesa vintage de cristal y patas torneadas en bronce, una consola francesa sobre la que se apilan los libros que leeremos este otoño, algunos recuerdos de viajes y un cartel original de cine que aporta color y carácter. Como fondo tras el sofá, un par de carteles alemanes de los años 50 sobre artefactos mecánicos.
Por último, junto al ventanal, una pila de cojines en terciopelos de Gancedo listos para usar y combinar nos invitan a tomar asiento y elegir nuestro rincón favorito para pasar este otoño.