Descripción
La historia
Paja de centeno, fieltro, lanas de colores, botones de nácar, espejo y lentejuelas. Esos son algunos de los materiales con los que se hacen las gorras de Montehermoso. En un primer momento eran más sencillas y se empleaban únicamente para proteger la cabeza de las mujeres en las labores del campo. Con el tiempo, las montehermoseñas fueron añadiendo adornos y la gorra pasó a ser un elemento distintivo del que sentirse orgullosas.
La forma es peculiar. La copa, muy estilizada, servía para acomodar el moño alto con el que recogían el pelo las mujeres para trabajar. El espejo, se usaba para retocarse y ponerse guapas al terminar la jornada. Hay tres tipos de gorra tradicionales: esta es la galana, la más decorada que incluye un espejo y tiene el rojo como color principal. Era la gorra usada por las mujeres más jóvenes. También están la clavelera, en amarillo y con menos decoración y la de luto, sobria y en color negro.
La decoración varía en cada gorra pero hay algunos elementos fijos que siempre están presentes. Por ejemplo, en la parte de atrás encontrarás un corazón adornado con tela de colores, botones y un cordón fino en paja trenzada que lo resalta. En los laterales no pueden faltar las claveleras y sobre la visera, tres estrellas a cada lado igualmente decoradas. La parte central del ala se adorna con madroños de lana que también se usan para enmarcar el espejo en el caso de la gorra galana.
Nuestra recomendación
Nos gusta utilizar piezas poco usuales como esta gorra de Montehermoso en la decoración de casa. Las formas sinuosas, el valor cultural que posee y su estética original, hacen de este ejemplar un objeto único.
¿Qué lo hace especial?
- es una pieza única de alta artesanía, totalmente hecha a mano
- su rica historia
- la variedad de las decoraciones y su colorido